Las mujeres católicas latinoamericanas, y algunos hombres, que buscan dejar la soltería pero que no tienen pareja tienen una curiosa costumbre. Rezan a San Antonio de Padua, y si no les llega el amor, lo voltean de cabeza y siguen rezando.
La historia recuerda que este santo ayudó a varias parejas a casarse, por lo que se le conoce como el patrono de los enamorados.
Según la tradición, todo aquel que desee encontrar al amor de su vida debe poner “de cabeza” a San Antonio (su imagen) o dar 13 monedas al santo para que envíe un buen amor.
“Las quedadas, a las que ya se les pasó el tiempo y no se han casado llevan esa tradición y esa fe, pero también hay hombres que la siguen” dice Alejandra López, alias “La Chiquilla”, una mexicana dedicada a la hechicería. “Lo ideal es ponerlo de cabeza para conseguir pareja porque así es más efectivo”.
Muchas personas en América Latina siguen estos consejos, a pesar de que la Iglesia Católica considera que la práctica es solo una superstición.
El famoso santo, cuyo verdadero nombre era Fernando, nació en Lisboa, Portugal entre 1191 y 1195.
Se le llama el “Santo Patrón de los Enamorados”, porque en aquella época, las mujeres tenían que dar dotes a los hombres para poder contraer matrimonio, por lo que las personas más pobres seguían solteras. San Antonio ofrecía su ayuda a las mujeres pobres para que consiguieran dinero y así poder casarse, además de que ayudaba a las parejas que estuvieran en conflicto, por medio del diálogo y la oración.
Se cuenta que cuando murió, una joven fue a su tumba y le pidió ayuda para poder conseguir dinero y hacerse de su dote. Ella lo vio descender y señalarle a dónde debía ir la mujer a buscar el dinero para cumplir su deseo. De ahí surgió la tradición de poner su imagen de cabeza.
“La tradición más común además de ponerlo de cabeza es entrelazar los listones, hacer 13 nudos y comenzar la oración”, dice López. “El listón verde es por la familia, el rojo es el del amor, el amarillo del dinero y el blanco de la salud; juntas los cuatro y les haces los nudos que son trece, en su día porque es un día especial”.
Mucha gente atribuye sucesos misteriosos a San Antonio, incluida la bilocación, que es la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo. A partir de ahí surgieron muchas alusiones en representación suya y se dice que no era buena idea despreciar sus predicciones.
En Brasil, Perú, Argentina y otras partes de América Latina, se le toma como el santo del matrimonio. Por eso, es costumbre que mujeres solteras compren un pequeño retrato del santo y le pidan en oración hallar novio.
Si no se cumple el deseo, la imagen se invierte, hasta que finalmente se encuentre y se cumpla lo solicitado.
Algunas personas lo hacen de broma; otras bromean sobre la idea, pero voltean la imagen y rezan en serio; y otras creen fervientemente y esperan la llegada del amor de su vida al llevar a cabo estas acciones.
El día de este santo es el 13 de junio, pero muchas mujeres, y algunos hombres, le rezan el 14 de febrero, esperanzados de que llegue su amor.
(Editado por Melanie Slone)
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