La zona fronteriza entre México y Estados Unidos tiene una cultura única, nacida de la combinación entre las dos culturas. La cocina no es la excepción.
El norte de México es famoso por el sabor tradicional de su comida y el sur de Estados Unidos también ofrece platillos especiales que han respondido al terreno y la gente que lo ha pisado.
Un ejemplo de los platillos de la región es la ‘chimichanga’, hecha a base de tortillas de harina. Se sirve como una especie de antojito en los estados mexicanos de Sinaloa, Sonora, Chihuahua. También se consume en el sudoeste de Estados Unidos.
Se podría decir que las ‘chimichangas’ constituyen un puente importante entre culturas, a pesar de las discusiones sobre cuál es la mejor receta.
“La chimichanga no es ciencia, pero sí hay que saberla preparar”, dice Fernando Torres Ramos, Licenciado en Gastronomía por la Universidad Mexicana. “Consiste principalmente en una tortilla de harina rellena de carne deshebrada o adobada, frijoles, queso, arroz, pollo deshebrado o carne mechada”.
Cuenta la leyenda que este antojito surgió como un platillo preparado equivocadamente en la cocina de un restaurante de Arizona. Cierto o no, hoy cada estado a lo largo de ambos lados de la frontera ha creado sus propias versiones y variaciones, con más o menos ingredientes, en una sana competencia por averiguar quién las hace con el mejor sabor.
La característica que distingue a esta preparación es el hecho de que la carne seca va dentro de una tortilla frita, junto con frijoles, aguacate, lechuga y cualquier otro ingrediente que combine, o al gusto. Se dice que son burritos fritos y que en cada región el tamaño y la presentación varían.
“Tienen un gusto particular porque, aunque le encuentro parecido a un taco, aquí la tortilla va cerrada y frita en manteca”, dijo Sofía Molina, originaria de Culiacán, Sinaloa. “Es una delicia, pero también entiendo que a mucha gente no le apetezca, pero es porque no nacieron en la región”.
Sonora sirve las chimichangas con carne de res deshebrada y con jitomate y chile verde, o pueden estar rellenas de frijoles y acompañadas con mayonesa, una salsa de chiltepín que las baña por completo, queso manchego, guacamole con cebolla, cilantro y limón, con lechuga encima.
En realidad, las chimichangas pueden rellenarse de cualquier cosa. Hasta hay estados de México que las hacen con carne de puerco, estilo cochinita pibil.
Receta para hacer chimichangas estilo sonorense (con carne de cerdo y res)
Alcanza para 4 porciones
Se necesitan estos ingredientes:
300 gramos de tocino
300 gramos de carne de cerdo
750 gramos de carne de res
½ cebolla
1 tomate
½ lechuga
aceite
chile chiltepín al gusto
sal al gusto
Procedimiento del chef Fernando Torres:
“Primero extiendes la tortilla y de ahí la rellenas del guisado, que finalmente va al gusto de cada persona. El siguiente paso es doblarla por cuatro lados, de tal forma que se asemeje visualmente a un tamal”.
“Se fríe en aceite vegetal o manteca de cerdo, eso va al gusto, y se sirven acompañadas de guacamole, pico de gallo; también con lechuga, zanahorias o pepino”, dice Fernando Torres. “De ahí, adereza con crema ácida, salsas picantes según la región y también un toque de limón”.
“Hay a quienes les gusta ponerle salchichas picadas o cueritos curtidos de cerdo. Ya finalmente le puedes agregar un poco de queso espolvoreado para terminar de dar el toque. El detalle curioso es que la tortilla de harina varía dependiendo la región”, dice.
(Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas)
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