La torta cubana no es cubana

Hay un platillo muy amado en México que parece rendir homenaje a la isla cubana, pero en realidad no tiene nada que ver.

La ‘torta cubana’ es una combinación de ingredientes y una bomba gastronómica que incluye todo, desde pierna de cerdo, jamón, lomo, salchicha, milanesa, quesillo, queso amarillo, aguacate, chiles en vinagre, cebolla cruda, jitomate fresco en rebanadas, mayonesa, crema y otros aderezos, según el local y el gusto del comensal.

“Sin duda la torta cubana es de las más solicitadas”, dijo Raúl López, propietario de la ‘Tortería Todo Gallo’, en el estado de Veracruz, México. “A la semana vendemos unas cien piezas solo de esta. Es popular; yo aprendí a prepararla en la antigua tortería en la que trabajé hace unos veinte años atrás. Ahora esta torta forma parte del menú de mi local”.

México se regocija ante esta creación, que es muy solicitada en sus torterías locales. Esta torta también resalta por su pan dorado, caliente y suave. Se acompaña de un buen refresco de cola.

Pero la torta cubana no viene de Cuba.

La isla no acostumbra este tipo de gastronomía, por lo que muchos preguntan por qué la torta lleva su nombre.

El caso es un enigma.

“Honestamente, no sé por qué se llama torta cubana, porque también tuve la oportunidad de preguntarle a unos cubanos que vinieron a un carnaval si las tortas eran iguales a las de allá y me dijeron que nunca las habían visto y que además muchas veces ni tienen esos ingredientes en la isla”, dijo el experimentado tortero.

Se cuenta que el local ‘Tortas don Polo’, en Ciudad de México, inventó este ingenioso concepto en la década de 1950, pues juntaron todos los ingredientes y los metieron ingeniosamente en una telera, un tipo de pan.

También se tiene otra teoría, compartida por un investigador gastronómico de nombre José Luis Curiel Monteagudo, quien dijo que en un recetario antiguo, antes de la Revolución Cubana, se vio por primera vez el concepto de esta torta, aunque la descripción era más parecida a un tipo de hot cake.

En realidad, en el país se tienen varias historias y versiones de cómo se dio esta famosa torta. Otra anécdota popular data de finales del siglo XIX.

Las tortas cubanas son muy populares entre los mexicanos, y hay establecimientos dedicados exclusivamente a ellas. (Christian Valera Rebolledo/Café Words)

Se cuenta que, en la calle de Cuba, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se vendían tortas rellenas de ‘todo un poco’, para que las personas se llenaran y se fueran satisfechas con la mezcla de sabor. Muchos usuarios de Internet respaldan esta versión.

Por sus dudosas orígenes, la receta puede variar bastante.

“No hay una receta única o que sea la original”, dice López. “Yo aprendí que la torta cubana lleva los ingredientes de las demás tortas. Aquí en Veracruz, a donde vayas verás que lleva pierna, chorizo, jamón, queso manchego, cebolla sazonada, frijoles, catsup, un toque de aceite de olivo, y chile curtido o chipotle, curtido según pida el cliente”.

No hay una justificación socio-histórica que avale ninguna versión, pero lo cierto es que, desde que comenzaron a venderse, no han dejado de ser consumidas. La torta cubana es una afirmación del buen comer e ingenio del mexicano que no deja de sorprender no solo a su gente, sino al resto del mundo, con sus combinaciones gastronómicas.

(Editado por Melanie Slone y Luz Marina Miniter)



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