Mexicanos crean mochila a base del nopal y con cargador solar 

CIUDAD DE MÉXICO, México — A lo largo de la historia, el nopal se ha convertido en uno de los símbolos más característicos de la cultura de México. Además de cumplir una función en los ecosistemas del país y de ser usado desde épocas prehispánicas como ingrediente principal en diversos platillos, ahora se tiene un nuevo uso ambiental y social.

Aselus, una marca tecnológica mexicana, ha lanzado al mercado una mochila elaborada a base de piel de nopal, con un panel solar integrado, con la finalidad de dotar de energía y electricidad a estudiantes de zonas rurales donde se carece de este recurso.

Moisés Venegas, ingeniero mecánico agrícola, egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo, en el Estado de México, y creador de Aselus, busca con este tipo de materiales, obtenidos de manera natural, sustituir en el futuro el PET reciclado y brindar una opción amigable con el medio ambiente.

“Siempre hemos estado preocupados por integrar la sustentabilidad con tecnología y el toque mexicano. Esta mochila combina estas opciones”, dijo Venegas a Zenger. “Lo que hicimos es un diseño original. La mochila tiene incorporado un panel solar premium con una vida útil de 7 años y una garantía de 2 años. Tiene un rendimiento del 20 por ciento sobre la captación de la energía. Es muy ligera”, dijo.

Venegas dice que el panel solar de 10 watts, que tiene integrada la mochila, facilita que en una o dos horas un teléfono celular o una tableta queden completamente cargados. Además, es resistente al agua y al uso rudo.

“El uso de energías limpias de alguna manera te hace contribuir con el planeta. Me parece muy buena opción. Aquí cargo celulares y bocinas. La ventaja es que lo puedes llevar de un lugar a otro. No necesitas estar forzosamente en una oficina o donde haya energía eléctrica para cargar tus aparatos”, dijo a Zenger Anabel Romo, de 33 años, usuaria de este producto.

La mochila cuenta con tres versiones, entre ellas, una de 150 dólares, elaborada a base de nilón, y otra de 400 dólares, hecha con piel de nopal, con una ‘power bank’ incluida. “Con la versión de nilón buscamos hacer entender al consumidor, primero, por qué es importante contar con energía en todo momento. Posteriormente, queremos hacer entender la necesidad de usar materiales más sustentables”, dijo Venegas.

La tercera versión es un equipo elaborado especialmente para ser donado a estudiantes de comunidades del país con rezago energético. Si se juntan a partir de cuatro piezas, se puede formar una fuente de energía capaz de proveer de luz eléctrica y conexión de Internet en un aula. “Entre más niños, más energía vamos a tener”, dijo.

Además de la mochila, Aselus cuenta con una terminal y un módem, Adara, el cual ayuda a regular la energía eléctrica y conexión de Internet en las aulas escolares. A través de la pantalla del módem, se muestra un estado emocional, el cual cambia de triste a feliz, según la presencia de mochilas solares en el salón de clases.

“Ahora buscamos que, a través de la tecnología, los estudiantes sepan que la educación de los otros dependen de ellos mismos. Les haces responsables. Cuando no vengan muchos niños, [el módem] se pone triste y no se va a poder cargar la terminal”, dijo Venegas.

De acuerdo con el modelo de negocios, la idea es que por cada 20 mochilas vendidas — sin importar el modelo — se done una a los estudiantes. Venegas busca en un futuro cercano que su proyecto ayude a las autoridades educativas del país a resolver el rezago educativo por falta de recursos.

“Sería importante que se hagan colaboraciones. Al final lo que se busca es solucionar esta problemática, y nosotros estamos ofreciendo una solución. Muchas veces los estudiantes no cuentan con electricidad y necesidades básicas. Consideramos que el hecho [de] que puedan estudiar permite que el país se desarrolle, que ellos progresen y vean por su propia comunidad”, dijo. 

 

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Con este tipo de proyecto, Aselus, fundada en 2016, busca asegurar la permanencia en el tiempo. “Actualmente hay gran número de emprendimientos, pero casi siempre se mueren en etapas tempranas por falta de apoyos. Es difícil sobrellevarlo en un principio. Lo importante es no rendirse. Tenemos fe en este proyecto. Estamos apostando energía y tiempo en que todo saldrá bien”, dijo a Zenger Rocío Lizbeth López, integrante del equipo de Aselus.

Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas