Surrealismo encuentra su hogar en la Huasteca mexicana 

Se dice que México y el surrealismo van de la mano.

Así parece que lo creía el millonario Edward James (escritor, poeta, escultor y mecenas británico), uno de los artistas más brillantes de su época en esta corriente. Salvador Dalí, amigo de James, lo describió como, “el más loco de todos los surrealistas juntos”.

Llegó a México en la década de 1940, con la idea de construir un increíble e imponente espacio escultórico. Cuando conoció Xilitla, San Luis Potosí, se cautivó por el paisaje de Las Pozas, lo que dio origen a que su imaginación. Diseñó uno de los jardines más desafiantes en términos arquitectónicos, llevando hacia la inmortalidad sus expresiones artísticas y sobrada sensibilidad.

El Jardín de Las Pozas es una estructura que, de entrada por salida, es más un sueño o fantasía que una realidad.

Edward James eligió este lugar en México porque había mucho espacio y porque el país se considera como ‘surrealista’. (Gobierno de México)

Aquí, el arte tiene por destino proteger a la naturaleza, y es uno de los atractivos turísticos más importantes en el estado de San Luis Potosí. Cuando James llegó a Cuernavaca, en la República Mexicana, conoció a la artista Leonora Carrington y a Plutarco Gastélum, quienes lo llevaron a Xilitla. Desde que pisó el terreno, James supo que ahí construiría el jardín de sus sueños.

Las Pozas se convirtió en el proyecto de vida de James y Gastélum. El millonario lo compró e invirtió en él hasta convertirlo en una estructura gigante, con rutas que atraviesan un río con cascadas, rodeadas de selva potosina.

Al principio, quiso crear un espacio donde las orquídeas poblaran todo el jardín, pero su proyecto se vio afectado tras una helada en la década de los 1960, que destruyó más de la mitad de la vegetación. Sin embargo, sus ansias y deseos eran más profundos que cualquier derrota, y se dedicó en cuerpo y alma a construir un lugar todavía mejor de lo que imaginó la primera vez.

Por eso, ahora se puede visitar este jardín y encontrar arcos góticos, puertas y pabellones con niveles monumentales e indefinidas, escaleras que terminan con brusquedad y capiteles con flores gigantes.

Se cuenta que James y Gastélum estaban explorando la Huasteca Potosina y se vieron envueltos por una oleada de mariposas que los rodeó por completo, lo que para ellos fue la señal sobre la construcción de este curioso lugar.

Para James, el jardín de esculturas fue tan importante que invertió mucho dinero en gran parte de su tiempo en él.

El público no pudo conocer el lugar durante un tiempo después de la muerte de James en un viaje rumbo a Italia. Había heredado la construcción sin terminar a Gastélum y su familia. Después de algunos años, ellos llegaron a un acuerdo con el gobierno de San Luis Potosí sobre el agua en el terreno y cedieron los derechos. Después de darle mantenimiento y restaurar el lugar, México lo abrió al público en 1994; se declaró como Monumento Artístico Nacional en noviembre de 2012.

Entre sus principales construcciones se encuentran “La escalera al cielo”, “La estructura de tres pisos que pueden ser cinco” y “La recámara con techo en forma de ballena”, así como la “Casa don Eduardo”, la “Casa de los peristilos” y la estructura llamada “El cine”.

(Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas)



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