El pan es un alimento nutritivo que todos reconocen.
No se sabe con exactitud sus orígenes, ni cuándo el hombre hizo su primera pieza de pan; sin embargo, se tienen registros que datan de hace 14,000 años. Investigaciones apuntan a que el hombre molía semillas, las revolvía con un poco de agua y, una vez amasado el producto, se le cocía en el fuego en forma de una gran torta.
Se han encontrado vestigios históricos en Europa, en la zona de ríos y lagos de Suiza, que datan del año 15,000 a.C., como herramientas que se usaban para moler, amasar y cocer. Estos vestigios han permanecido carbonizados, lo cual facilitó su conservación hasta nuestros tiempos.
En la antigua Mesopotamia, se elaboró pan con diversos tipos de harinas. Al ser una cultura autosuficiente, ellos mismos tenían molinos donde machacaban sus granos. Una vez que la masa estaba lista, amasada y delgada, se ponía a cocer en piedras lisas calientes hasta que la pieza de pan estuviera lista. Se elaboraba pan de trigo, cebada, avena, lentejas y centeno.
La evolución del pan
Si bien se sabe que el hombre de la prehistoria hizo la primera pieza de pan, sin mucho conocimiento de su sabor, cada civilización perfeccionó poco a poco su elaboración y, por consiguiente, su calidad. Conforme el hombre empezó a realizar viajes alrededor del planeta, intercambió sus conocimientos en diferentes ramas, y la gastronómica no fue la excepción.
La evolución del pan que conocemos actualmente se debe a los egipcios y data del año 2600 a.C. Utilizaban levadura para dar volumen a la pieza de pan al momento de cocinarlo. Arqueólogos han descubierto utensilios y recetas para elaborar pan, donde ejemplificaba que fueron los primeros en usar levadura y quitar la cascarilla del trigo al momento de moler y hacer la harina. Los egipcios de clase alta usaban harinas finas y una pizca de sal al momento de su elaboración, mientras que las clases bajas comían pan integral.
Grecia perfeccionó los grandes avances que hizo la cultura egipcia, ya que comenzaron a hacer variadas formas de piezas de pan. Más tarde, en el siglo I, los romanos lo realizaron a gran escala. Se encontraron en los restos de Pompeya vestigios de lo que fue una panadería grande.
En el siglo XVI en Italia se comenzó a agregar la levadura de cerveza en forma de espuma, y dos siglos después, la tecnología para los hornos de las panaderías se volvió más productiva, haciendo que la producción en serie se incrementara y dando origen a las panaderías como hoy las conocemos.
El pan en la mesa de todos
Con el paso de los años, el alimento se transformó en algo propio de casi todo el mundo, y en la actualidad pareciera que no hay comida que no lleve este preparado delicioso, clásico y longevo.
“La gente consume pan, sea dulce o salado, dependiendo del acompañamiento que quieran hacer”, dijo José Alberto Figueroa Hernández, encargado de la panadería El Trigal. “En temporadas de frío el consumo se eleva, ya que la gente lo busca para acompañar sus bebidas calientes como el café o chocolate caliente. Puedo decir en base a mi experiencia que es un alimento completo, sin que se abuse en su consumo por alto contenido de nutrientes”.
En el mundo de hoy, las panaderías enriquecen las recetas, añadiéndoles vitaminas y mejorando las harinas. Actualmente, muchos consideran que las harinas integrales y menos refinadas son las mejores, por su alto contenido nutritivo y de fácil digestión, debido a que se conserva la semilla de los cereales.
“Actualmente, la gente busca pan integral, debido a que este es más sano y no repercute mucho en su peso”, dijo Figueroa Hernández. “La gente ahora se cuida más, pero eso no es impedimento para que consuman pan, y si es integral, mucho mejor”, dijo.
(Editado por Melanie Slone)
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